domingo, 6 de octubre de 2013

Juderías del Valle del Tiétar (III): Mombeltrán (Colmenar de Arenas)

Mombeltrán o Colmenar de Arenas como se denominaba antes de la derogación de los privilegios de la villa en 1728, es en la actualidad la localidad cabecera del llamado Barranco de las Cinco Villas y tuvo el privilegio de contar con la mayor población judía del Valle Tiétar abulense. 


Aunque se sabe que esta zona del valle del Tiétar estuvo habitado desde la Edad de Hierro por los vetones, en el Barranco no se han encontrado restos importantes. No es hasta época romana en la que se aprecian los primeros asentamientos cercanos a arroyos y promontorios.  No se tienen noticias de esta zona hasta que en el 1085 las tropas cristianas conquistan la ciudad de Toledo y la frontera entre los reinos de Taifas y los reinos castellanos está ya por debajo de la marca del Tajo. La zona de Gredos, y en especial el valle del Tiétar y el Barranco, se convierte en un lugar donde se sucederían batallas y escaramuzas entre un bando y otro. 
Cuando en 1181 Alfonso VIII lleva los límites del concejo de Ávila hasta más allá de los cauces del Alberche y el Tiétar y deja la zona del Barranco finalmente bajo el dominio cristiano, se produce la repoblación de la zona, en la que probablemente empieza a asentarse los primero judíos.

Parece que en 1210 ya se recoge en un documento el nombre del Colmenar, en el que se da prueba de la existencia de un núcleo de población, con una cierta organización del territorio señorial y en el que parece sugerirse que llevaba años poblado. Finalmente, la zona, y en especial Colmenar de Arenes, adquieren importancia a partir de la segunda mitad del siglo XIII y durante todo el siglo XIV, gracias al desarrollo de la trashumancia, ya que esta zona es un lugar de paso obligado que comunica las dehesas de Extremadura y La Mancha y las sierras del norte. 
Precisamente son los ingresos del impuesto de montazgo, el tributo pagado por el paso del ganado, los que despertarán el interés de la nobleza castellana por estos territorios, lo que impulsará la concesión de las cartas de villazgo o privilegio de villa y la independencia del concejo de Ávila de aldeas como El Colmenar.
Por estas razones, en 1393 Enrique III concede el privilegio de villas a las aldeas de Candeleda, Arenas y La Adrada, y a Mombeltrán se le concede una feria y mercado para “que se pueble y haga mejor”


Mientras que a los demás pueblos se les deja libre la elección del día de la celebración, a Mombeltrán se le fija en sábado, por lo que por ser de descanso religioso la comunidad judía, estos no acudían a comerciar. No es hasta 1465 cuando el mercado es trasladado por orden de Enrique IV y se otorga “un mercado franco cada jueves, quizás por el importante peso en la economía local que tenía la comunidad hebrea.

Al ser entregada en 1461 la villa a Don Beltrán de la Cueva, el rey la otorga “con todos los vasallos así cristianos como moros e judíos que agora ahí viven e moran e vivieren moraren de aquí en adelante en dicha villa de Colmenar e su tierra”. Con el señorío y protección de Don Beltrán de la Cueva la judería aumenta notablemente, según se concluye por el aumento de los repartimientos tributados por la comunidad judía hasta la fecha de la expulsión.  


Ver La Judería de Mombeltrán en un mapa más grande  

En 1464 a la judería de Colmenar de Arenas se la concede el título de aljama, lo que pone en relieve su importancia e influencia económica en la zona. Desgraciadamente hasta el día de hoy no hay noticias de en donde se pudieron localizar donde estuvieron lugares importantes para la comunidad judía como su sinagoga o su carnicería. En 1474 se iguala con La Adrada en población y tributos, superándola rápidamente hasta 1492.
Según la tradición popular, pues no hay documentación que lo acredite, el barrio judío se situó en torno a la Plaza de la Corredera, con el fin de aprovechar el mercado que allí se celebraba. En Mombeltrán los judíos negociaron con paños y sedas. Además, se ocupaban del cobro de derechos reales. En 1476 se conoce por documentos de la villa que estaban encargados de cobrar el arancel del paso de mercancías por el pueblo dos cristianos junto con el judío Yuça Mamón. También se encargaban de cobrar el portazgo del puerto del Pico y el montazgo de Ramacastañas, muy rentables y deseados por encontrarse en cañada real.
Asimismo se dedicaron al cultivo del viñedo como lo demuestran los bienes que se ven obligados a enajenar en los días de la marcha, como viñas y bodegas, y también por el documento en el que se relata el suceso de condena de Symuel Fartalón en 1486, natural de Colmenar de Arenas, en el que se cita “una viña de los herederos de Salomó Peço”; en este documento Symuel Fartalón es acusado de haber dado muerte a un hombre en una viña suya y por la que finalmente se le declara inocente. En 1492 Yuçe Abeçan, morador de Mombeltrán, recoge la relación de sus propiedades para su entrega al reino vendiendo a Juan de Rebelte una viña en el término de las Falegas.


También es curioso el documento fechado en 1448 en el extraño nombre de un vecino de Colmenar y con el cargo de “Lugar del Maestre”, Pedro González Abenhiben, daba poder al bachiller Ruy López Beato, vecino de Ávila, para que cobrase ciertas deudas en su nombre, lo que prueba el amplio radio de acción de la actuación de los prestamistas de esta villa.

Con el edicto de expulsión, parece que la comunidad judía de Colmenar de Arenas se embarca en su mayoría camino de Marruecos atravesando Andalucía, aunque también consta que alguno se fue a Portugal. Un documento de Cuéllar cita los maravedíes que correspondieron al duque de Alburquerque, confiscados a los herejes de Mombeltrán hasta 1496, cuyo monto ascendió a 179.223 mrs.
En el archivo de Mombeltrán queda la cédula y órdenes de la expulsión y el proceso para saldar las deudas antes de marchar. Por real cédula de 14 de octubre de 1494 le eran concedidos al duque de Alburquerque los bienes que dejaron los judíos expulsados.

Bibliografía:

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